Murmures
[David-Pierre Fila] África: la cuna de la humanidad
septembre 2014 | Faits de société | Cinéma/TV | Équateur
Source : Plan V

© Gianna Benalcázar (El documentalista congolés David-Pierre Fila durante su visita a Quito.)
Français
por Diego Yépez (Plan V)
Lors de son séjour à Quito, la capitale équatorienne (en novembre 2013, le cinéaste congolais [Brazzaville] David-Pierre Fila a accordé un entretien à Diego Yépez (Plan V). Il aborde ses premières fois au cinéma (avec des films égyptiens, indiens, à l’âge de 6 ans), la place de la photographie (son premier métier, dont il dit que ce qui l’intéresse le plus c’est le pouvoir de photos). Pour David-Pierre Fila, le cinéma en Afrique est difficile et c’est un luxe, tout en étant un outil pour décoloniser les imaginaires.
David-Pierre Fila est aussi anthropologue, ce qui expliquerait le titre choisi par le journaliste équatorien pour son interview : « Afrique : le berceau de l’humanité ».
Le cinéaste et anthropologue était à Quito, invité comme curateur au Cyicle de cinémas africains qui s’est tenu au mois de novembre 2013 à l’IAEN (Instituto de Altos Estudios Nacionales / Institut des Hautes Etudes Nationales, en espagnol.
Synthèse et traduction de l’espagnol : Thierno I. Dia
Africiné / Africultures.
David-Pierre Fila est aussi anthropologue, ce qui expliquerait le titre choisi par le journaliste équatorien pour son interview : « Afrique : le berceau de l’humanité ».
Le cinéaste et anthropologue était à Quito, invité comme curateur au Cyicle de cinémas africains qui s’est tenu au mois de novembre 2013 à l’IAEN (Instituto de Altos Estudios Nacionales / Institut des Hautes Etudes Nationales, en espagnol.
Synthèse et traduction de l’espagnol : Thierno I. Dia
Africiné / Africultures.
English
El cineasta y antropólogo congolés [Brazzaville] David-Pierre Fila está en Quito, como curador invitado para el Ciclo de cine Africano. Éste se realiza en el IAEN hasta el 30 de noviembre. Destacado fotógrafo, en sus documentales hace una disección de la cotidianidad de los pobladores de África central.
La lluvia arremetía contra el asfalto, se escurría entre los zapatos de los transeúntes. A las afueras del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), los asistentes al Ciclo de cine Africano, aquellos que habían sorteado el temporal, comenzaban a llegar. En el interior del auditorio, David-Pierre Fila (El Congo, 1954), nos recibe con amabilidad. Es robusto. Tiene una mirada apacible, que se enfoca en su interlocutor. Habla en un francés impoluto. Estudió antropología en Francia y cine en Moscú. Sin embargo, su cosmopolitismo no lo distanció de África. Al contrario. Tanto en sus fotografías como en sus películas los problemas ambientales y humanos del continente son el eje de su reflexión.
David-Pierre Fila acaba de llegar de Esmeraldas, donde participó en varias actividades. En la provincia verde incluso encontró gente con apellidos comunes en su tierra. Para el cineasta esta identidad cultural es lo más importante, y África es un gran país que está por todas partes. Es la cuna de la especie humana y merece un mejor trato por parte de un planeta que se ha dedicado a despojarlo de sus riquezas.
¿Cuál fue tu primer vínculo con el cine?
Cuando tenía 6 años me escapaba con mi primo a ver películas de Egipto o la India. Después les contaba la trama a mis amigos; ponía sábanas blancas como telón y fabricaba sombras para darle vida a la actuación… Con el paso del tiempo amplié el espectro y me enfoqué en el cine documental, porque era un género casi inexistente en África.
Mi intención era mostrar la gente en su cotidianidad, en sus oficios, o la lucha por el medio ambiente. Esta búsqueda me llevó a lugares como Senegal, lejos de casa.
Combinas el cine con la fotografía. ¿Es una simbiosis?
Me inicié con la fotografía. Fui corresponsal de prensa en África y el extranjero. Pero siempre me interesó más el potencial de los fotogramas.
LEER MAS AQUI
La lluvia arremetía contra el asfalto, se escurría entre los zapatos de los transeúntes. A las afueras del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), los asistentes al Ciclo de cine Africano, aquellos que habían sorteado el temporal, comenzaban a llegar. En el interior del auditorio, David-Pierre Fila (El Congo, 1954), nos recibe con amabilidad. Es robusto. Tiene una mirada apacible, que se enfoca en su interlocutor. Habla en un francés impoluto. Estudió antropología en Francia y cine en Moscú. Sin embargo, su cosmopolitismo no lo distanció de África. Al contrario. Tanto en sus fotografías como en sus películas los problemas ambientales y humanos del continente son el eje de su reflexión.
David-Pierre Fila acaba de llegar de Esmeraldas, donde participó en varias actividades. En la provincia verde incluso encontró gente con apellidos comunes en su tierra. Para el cineasta esta identidad cultural es lo más importante, y África es un gran país que está por todas partes. Es la cuna de la especie humana y merece un mejor trato por parte de un planeta que se ha dedicado a despojarlo de sus riquezas.
¿Cuál fue tu primer vínculo con el cine?
Cuando tenía 6 años me escapaba con mi primo a ver películas de Egipto o la India. Después les contaba la trama a mis amigos; ponía sábanas blancas como telón y fabricaba sombras para darle vida a la actuación… Con el paso del tiempo amplié el espectro y me enfoqué en el cine documental, porque era un género casi inexistente en África.
Mi intención era mostrar la gente en su cotidianidad, en sus oficios, o la lucha por el medio ambiente. Esta búsqueda me llevó a lugares como Senegal, lejos de casa.
Combinas el cine con la fotografía. ¿Es una simbiosis?
Me inicié con la fotografía. Fui corresponsal de prensa en África y el extranjero. Pero siempre me interesó más el potencial de los fotogramas.
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